No es de extrañar que la empresa Movistar esté corralada por la competencia, los planes de esta empresa son poco claros y siempre hay letra chica.
Las situaciones en que se meten no se conocen, somos demasiados, hay muchos casos, ningún medio importante se ocupa, pero las quejas de los usuarios crece y la competencia recoge los damnificados.
El uso de los móviles ha cambiado la economía doméstica, y la premura hace que no vigiles lo que te prometen.
En especial en esta empresa, sus planes, común en las otras implica que debes cargar un monto cada 30 días o no mantienes tu saldo. Esta norma es bastante extraña, ya que el mantenimiento de la línea no implica ninguna diferencia en recursos, no hay razón para que si no usaste el saldo te lo quiten sólo para obligarte a consumir y en este cobro todas las empresas participan con la misma política, en cobros de abonos o cargas individuales.
El hecho es que el gasto en móviles hace difícil el control, sin embargo, hay casos que se presentan que demuestran la impunidad con que Movistar trabaja.
Cuando contratas el plan, no te dicen que esos 30 días cambiarán dependiendo del monto que cargues, pero si cargas menos de los que ellos promueven con premios de doble o más llamadas, las reglas comienzan a cambiar drásticamente.
Por ejemplo, si ellos promueven 50 pesos para duplicar por una semana el saldo, y cargas 40, el tiempo que te dura el saldo, es menor.
Los montos son un ejemplo, cambian sin aviso.
Nadie te avisa de ese cambio, ni tampoco es lo que firmaste con el plan.
De este modo, cuando vas dismuyendo el uso del dispositivo por cualquier razón, por ejemplo económicas, te irán acorralando con diferentes vencimientos.
Por ejemplo, si cargás 10 pesos, porque tenés saldo suficiente, el vencimiento cambia abruptamente a 10 días, y así.
Ya el hecho de sacarte el saldo es insólito, pero son reglas que aceptaste para tener un servicio, pero que te cambien las reglas en el medio para obligarte a un tributo es otra.
En comparación y con algunas normas en común, Personal y Claro viene pisándole fuerte los talones, y no es de extrañar.
Movistar, una empresa que aprovecha rio revuelto, no atiende a sus Clientes con un servicio claro, cambia las reglas cuando se le da la gana; la fuga de clientes no es de extrañar.
El nuevo gobierno no sólo trajo aumentos y ajuste, sino también impunidad para empresas con pocos escrúpulos.